sábado, 8 de octubre de 2016

MIGUEL GRAU: HÉROE DEL MILENIO



Miguel Grau Seminario (Paita, 1834 - Punta Angamos, 1879) Marino y militar peruano. Apasionado del mar desde la infancia, desarrolló una brillante carrera militar en la marina y llegó a ser diputado. Sus aptitudes como estratega, así como su lealtad y su heroísmo, brillaron particularmente en la Guerra del Pacífico (1879-1883), que enfrentó a Perú y Bolivia contra Chile.
El océano fue al principio el más destacado escenario de aquella guerra, en la que era patente la supremacía de la armada chilena, dotada de embarcaciones modernas y bien equipadas. La marina peruana apenas contaba con dos navíos blindados con muchos años de antigüedad, que presentaban problemas técnicos y de mantenimiento, al igual que sus viejas corbetas y cañoneras.
Miguel Grau
Pese a ello, uno de los navíos peruanos, el Huáscar, protagonizó uno de los episodios más heroicos de la contienda. Comandado por el almirante Miguel Grau, el Huáscar llevó a cabo una auténtica guerra de guerrillas marítima contra las naves chilenas en 1879. Mediante temerarias acciones sorpresa en las que hundió diversas embarcaciones enemigas y bombardeó puertos en poder de Chile, el almirante Grau mantuvo a raya durante meses a los navíos enemigos, impidiendo con ello el desembarco de las tropas chilenas en territorio peruano.
Al interferir el transporte de tropas y provisiones que se dirigían hacia el norte, el Huáscar se convirtió en la pesadilla de los chilenos. Imposibilitado de continuar la campaña de forma regular, el mando chileno dio la orden de destruir o capturar el buque. Dos blindados y tres corbetas de la armada chilena lo esperaron en la mañana del 8 de octubre de 1879 en Punta Angamos, cerca de la localidad de Mejillones. En los primeros intercambios de artillería el Huáscar quedó inmovilizado y Miguel Grau perdió la vida. El resto de la tripulación fue capturada y la embarcación arrastrada hasta el puerto de Valparaíso. El impacto psicológico de esta derrota fue muy negativo para la moral de las tropas aliadas peruano-bolivianas.

Biografía
Hijo del teniente coronel Juan Manuel Grau Berrío, de ascendencia catalana, y de Luisa Seminahttp://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/fotos/grau_miguel_1.jpgrio del Castillo, descendiente de antiguas familias de la región, la infancia de Miguel Grau transcurrió en Piura y más tarde en el puerto de Paita, cuando su progenitor fue nombrado vista de aduana.
En 1843, siendo todavía un niño, el pequeño Miguel se embarcó en una goleta comandada por Ramón Herrera, gran amigo de su padre, que hacía un viaje de Paita a Panamá. Lamentablemente la goleta naufragó y, a su regreso al hogar, su madre no estaba dispuesta a consentir ya nuevos embarques. Ingresó en el colegio de Nieto, en el cual, según uno de sus biógrafos, Fernando Romero Pintado, "Miguel se torna taciturno. En el colegio está siempre distraído, callado, casi hosco. Merodea por la playa apenas terminan las clases y en los días de vacaciones".
Contaba once años cuando doña Luisa, su madre, aceptó que volviera a cruzar los océanos. Recorrió entonces todos los mares y durante nueve años (según el historiador Alberto Tauro del Pino) el joven Grau "surca mares de Asia, Europa y América en diversos transportes y aun en buques balleneros". Al regresar al Perú (1853) se radicó en Lima, donde fue alumno del poeta español Velarde y estudió para ingresar en la Marina.
El 14 de marzo de 1854, con diecinueve años, se convirtió en guardiamarina y vistió por primera vez el uniforme que cubriría de gloria. Navegó en los vapores RímacVigilante y Ucayali antes de ser trasladado a la fragata Apurímac, donde sirvió con Lizardo Montero, otro ilustre marino piurano. Cuando prestaba servicio en la Apurímac, el comandante de esta nave apoyó la revolución del general Vivanco. Tras el fracaso del movimiento, y junto con otros jóvenes oficiales que formaban parte de la tripulación, Miguel Grau fue separado del servicio (1858) y volvió a la marina mercante.

De guardiamarina a diputado
Llamado nuevamente, regresó a la Marina el 11 de septiembre de 1863, casado ya con Dolores Cavero, quien le dio nueve hijos. Ascendió a teniente segundo y el 4 de diciembre del mismo año a teniente primero, para pasar pocos meses después a capitán de corbeta. Enviado a Europa para traer la corbeta Unión, llegó a Valparaíso en 1865, año en que fue ascendido a capitán de fragata, y desde el puerto chileno apoyó la revolución del coronel Mariano Ignacio Prado.
Siempre al mando de la corbeta Unión, participó en el combate naval de Abtao (7 de febrero de 1866), y siguió hacia el sur hasta los canales de Chile, para esperar las nuevas naves adquiridas en Inglaterra. Cuando Prado, posponiendo a brillantes marinos peruanos, contrató al contralmirante norteamericano John Tucker para comandar la Armada, Grau protestó y presentó su renuncia, actitud que fue considerada como rebeldía. Fue preso en la isla de San Lorenzo y permaneció allí hasta que, después de un largo juicio, salió absuelto.
Pasó nuevamente a ejercer su profesión de marino en la actividad privada y tuvo el mando del vapor mercante Puno, propiedad de la Compañía Inglesa. A finales de 1867 regresó a la Marina en calidad de comandante del monitor Huáscar. El 25 de julio del año siguiente fue ascendido a capitán de navío y el 19 de abril de 1873 a capitán de navío efectivo, siendo después, durante siete meses, comandante general de la escuadra de evoluciones. Pasó luego a ocupar el alto cargo de comandante general de la Marina.
En 1872, al iniciarse la revolución de los hermanos Gutiérrez, Grau encabezó el pronunciamiento de la Marina en contra de la dictadura. Al no ser escuchado para reorganizar y modernizar la Armada, ingresó en la política y fue elegido diputado por Paita en el período comprendido entre 1876 y 1878.

La Guerra del Pacífico
En 1879 estalló la Guerra del Pacífico, también llamada Guerra del Salitre. En aquella contienda Perú y Bolivia se enfrentaron contra Chile por el control de la región situada al norte del desierto de Atacama, muy rica en salitre. El primer gran escenario del conflicto fue el mar, el único medio a través del cual podían desplazarse los ejércitos. Chile contaba con una escuadra superior a la del Perú, y la flota de Bolivia era inexistente. Cuando Chile declaró la guerra al Perú, Grau aceptó dirigir la primera división naval aun a sabiendas de la superioridad que tenía la escuadra chilena en tonelaje, número de barcos, cañones y espesor de blindaje, frente a la debilidad y mal estado de las unidades peruanas.

El Huáscar, comandado por Miguel Grau
Durante seis meses Miguel Grau, al mando del monitor Huáscar, lograría impedir el desembarco de las tropas chilenas en el territorio peruano. Inició su campaña en mayo del mismo año y en su primera acción, el combate naval de Iquique, hundió la corbeta chilena Esmeralda, capitaneada por Arturo Prat, que resistió heroicamente. Miguel Grau salvó a los náufragos, lo que hizo que uno de ellos, al llegar a la cubierta del Huáscar, gritara agradecido: "Viva el Perú generoso".
El Huáscar realizó en los meses siguientes una serie de acciones sorprendentes frente a una escuadra tan poderosa como la chilena. Apresó transportes enemigos, requisó carbón de puertos chilenos y despistó constantemente a los buques enemigos que recorrían la costa en su busca. El congreso ascendió a Grau al grado de contralmirante el 26 de agosto de 1879.

El Combate de Angamos
El primero de octubre de 1879, en la que iba a ser su última partida, el Huáscar zarpó del puerto de Iquique, donde el transporte Rímac había desembarcado tropas bajo su protección. Apresó una goleta al sur de Huasco y el día 5 se hallaba ya en la costa de Coquimbo, territorio chileno. La marina chilena había renovado los mandos y ordenado su flota en dos divisiones para cazar al ya célebre navío. Su plan tuvo éxito el 8 de octubre de 1879, cuando descubrieron al Huáscar en alta mar, frente a Punta Angamos, acompañado de la Unión, en viaje hacia el norte.
La flota chilena, compuesta por seis barcos todos ellos superiores al Huáscar en blindaje y potencia de fuego, formaron un círculo para batirse con el buque insignia de la marina peruana. Grau ordenó a la Unión retirarse para distraer la flota enemiga, lo que se logró en parte porque dos corbetas chilenas salieron en su persecución. La Unión fue más rápida y consiguió escapar; elHuáscar, en cambio, fue encarado por el Cochrane, que con sus poderosos cañones logró perforar el blindaje del casco y la torre de mando.

El comandante Grau murió despedazado. El mando pasó a Elías Aguirre, que también murió. Correspondió el turno al teniente primero Melitón Rodríguez. Caído también él, tocó el mando al teniente Pedro Garezón, quien conversó brevemente con tres oficiales que quedaban vivos y ordenó hundir la nave porque ya se encontraba inmovilizada. Los maquinistas abrieron las válvulas, pero los desperfectos de la maquinaria paralizaron la inmersión, dando tiempo a que llegaran los buques enemigos, abordaran el monitor y detuvieran su hundimiento. Miguel Grau pasó a la inmortalidad como un marino estratega y valiente pero generoso, que cumplió con sus proféticas palabras: "si el Huáscar no regresa triunfante al Callao, tampoco yo regresaré".

lunes, 16 de marzo de 2015

ESTRUCTURA DE UN COMPUTADOR



HISTORIA DEL COMPUTADOR





viernes, 8 de marzo de 2013

MENSAJE EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER



La igualdad entre los géneros y el empoderamiento de la mujer están ganando terreno en todo el mundo. Son más las Jefas de Estado o de Gobierno que nunca antes y hay una mayor proporción de mujeres que ocupan cargos de ministro en los gobiernos. Las mujeres ejercen cada vez más influencia en el mundo de los negocios. Son más las niñas que asisten a la escuela y que crecen con un mejor nivel de salud y en mejores condiciones de realizar su potencial.

Pese a este impulso, falta mucho para que pueda decirse que las mujeres y las niñas gozan de los derechos fundamentales, la libertad y la dignidad que son su derecho de nacimiento y que garantizarán su bienestar. Esto es más evidente en las zonas rurales del mundo. Las mujeres y niñas de estas zonas, a quienes está dedicado este Día Internacional de la Mujer, componen la cuarta parte de la población del mundo, pero suelen ocupar los puestos más bajos en todos los indicadores económicos, sociales y culturales, desde los ingresos y la educación hasta la salud y la participación en la toma de decisiones.

Las mujeres rurales, que suman casi 500 millones de pequeñas agricultoras y trabajadoras sin tierra, constituyen una parte importante de la mano de obra agrícola. Desempeñan la mayor parte de la labor no remunerada de cuidado de personas en las zonas rurales. Sin embargo, las mujeres rurales siguen sin poder alcanzar su potencial. Si pudieran acceder en condiciones de igualdad a los recursos productivos, el rendimiento agrícola aumentaría un 4%, reforzando la seguridad alimentaria y de la nutrición y rescatando del hambre a 150 millones de personas. Si tuvieran la oportunidad, las mujeres rurales también podrían ayudar a poner fin a la tragedia oculta en el ámbito del desarrollo del retraso del crecimiento, que afecta a casi 200 millones de niños en todo el mundo.

Las leyes y prácticas discriminatorias no perjudican solamente a las mujeres, sino a comunidades y naciones enteras. Los países donde las mujeres carecen de derechos a la propiedad de la tierra o de acceso a créditos tienen un número significativamente mayor de niños desnutridos. No tiene sentido que las mujeres agricultoras reciban solamente un 5% de los servicios de extensión agraria. La inversión en las mujeres rurales es una inversión inteligente en el desarrollo de una nación.

El sufrimiento de las mujeres y niñas rurales del mundo es un reflejo del de las mujeres y niñas en toda la sociedad, desde la persistencia del techo de cristal hasta la penetrante violencia en el hogar, en el trabajo y en situaciones de conflicto; desde la asignación de prioridad a los hijos varones en la educación hasta los cientos de miles de mujeres que mueren cada año al dar vida por falta de atención obstétrica básica. Incluso en los países con el mejor historial se mantiene la disparidad entre ambos sexos en la remuneración por igual trabajo y las mujeres continúan estando insuficientemente representadas en la adopción de decisiones políticas y de negocios.

En este Día Internacional de la Mujer, insto a los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado a que se comprometan a alcanzar la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de la mujer, que es un derecho humano fundamental y una fuerza que beneficia a todos. La energía, el talento y la fuerza de las mujeres y las niñas son el recurso natural no aprovechado más valioso de la humanidad.

INICIO DEL AÑO ESCOLAR 2013



Ante las expectativas que genera un nuevo año escolar 2013, quiero precisar y recordarles a todos que somos un Colegio que lleva el nombre de nuestro insigne héroe Almirante Miguel Grau; nosotros respetamos y aceptamos la diversidad. Nuestra acción educativa se hace considerando las características individuales de cada uno de nuestros alumnos.

Aquí, cada niña y niño, cada joven, es reconocido y valorado en lo que es como persona y en lo que hace y logra como estudiante. Cada uno tiene su propia personalidad que debe hacer crecer, pero, debe además, compartir con los otros; esto es, aprender a vivir en comunidad, con sus compañeros y compañeras, con sus Profesores y con todo el personal de nuestra Institución Educativa, para así formar una comunidad fraterna.

Este es un camino que empezaremos a recorrer juntos, a partir de este instante, día a día; 
siendo afectivos y respetuosos e intentando desarrollar todo el potencial que cada cual posee. Nuestro Proyecto Educativo es integrador, ya que busca el bien individual y compromete su acción para alcanzar el bien común.

Para alcanzar nuestros objetivos formativos y educacionales, necesitamos de la concurrencia de todos en esta acción: así podremos dirigir nuestra mirada en lo que somos y lo que cada uno está dispuesto a aportar para logro de nuestra misión.
A los Padres de los alumnos que se incorporan este año, les deseamos éxito a ustedes y a sus hijos, sabemos que serán capaces de alcanzar logros; con esfuerzo, con trabajo y vuestro apoyo como familia.

A los Padres de familia y apoderados, les queremos asegurar que nos hemos preparado para satisfacer las necesidades académicas de nuestros alumnos y estamos convencidos, de que el trabajo sistemático, les permitirá concretar los anhelos y el proyecto de vida que cada uno tiene formulado, tanto ustedes como familias y nosotros como Colegio.

Queridas Familias, reciban nuestro saludo de bienvenida, y les hacemos llegar a todos ustedes nuestros mejores deseos de éxito para este año escolar 2013. Los grandes desafíos son continuar con el proceso de mejora continua que vivimos. Por lo tanto, para el logro de este proyecto educativo, es fundamental la participación organizada de nuestros Padres y Apoderados, para ellos les invitamos a participar de las distintas actividades a las cuales el colegio les convoque, porque con compromiso, asistencia y trabajo conjunto, podemos mejorar todos. Les invito a construir nuestro futuro.

Sean bienvenidos a este año escolar 2013.

Comunidad Educativa
I.E. N°787 “Almirante Miguel Grau”

lunes, 19 de diciembre de 2011